Nunca es demasiado pronto para pensar en el futuro, por eso no deberíamos dejar la decisión de contratar un seguro de vida para después, no sólo para estar protegidos en todo momento sino para obtener mejores condiciones.
Y es que contratar un seguro de vida antes de cumplir 40 años tiene numerosos beneficios que van desde el ahorro hasta las ventajas fiscales. Además, como el estado de salud, el historial médico o nuestro estilo de vida influye en las condiciones que nos ofrecen las aseguradoras para los Seguros de Vida, adquirirlo cuando aún somos considerados jóvenes nos convierte en un mejor candidato para las compañías y nos permite obtener mayores beneficios por menos dinero.
Imagina este caso concreto: Juan tiene 36 años y decide contratar un seguro de vida. En el momento de la contratación, Juan es todavía joven, es una persona saludable y no tiene condiciones médicas preexistentes. Además, su estilo de vida es activo y no participa en actividades de alto riesgo. Debido a su edad y a su buen estado de salud, las compañías de seguros consideran que es un candidato de bajo riesgo y, como resultado, le ofrecen primas más bajas para su seguro y con más opciones y beneficios adicionales.
Sin embargo, si Juan decidiera esperar hasta los 50 años para contratar su seguro de vida, puede que en esos 14 años desarrolle determinadas condiciones médicas y su estado de salud general haya empeorado, lo que haría que las compañías aseguradoras lo valoraran como una persona de mayor riesgo. Por tanto, debido a su edad y a su estado de salud las primas podrían ser más altas y algunas condiciones médicas podrían limitar las opciones de cobertura disponibles para él o incluso convertirse en un factor clave para que Juan fuera rechazado como cliente por la aseguradora.
Como ves en el ejemplo, como las primas de los seguros de vida tienden a ser más bajas cuando eres joven y gozas de buena salud, contratar un seguro antes de los 40 te permite aprovechar tarifas más asequibles, lo que a la larga se traduce en un gran ahorro.
Además, contratar un seguro de vida cuando eres joven y saludable te permite asegurarte bajo condiciones más favorables y evitar posibles complicaciones que podrían surgir si esperas hasta más tarde, cuando tu estado de salud puede llegar a convertirse en un impedimento para asegurarte.
La importancia de la protección temprana
Muchas personas piensan que los seguros de vida son solo para personas mayores o con problemas de salud, y que no les compensa pagar una prima mensual por algo a lo que no le ven utilidad. Sin embargo, contratar un seguro de vida antes de los 40 proporciona una red de seguridad para ti y tus seres queridos, permitiéndote vivir con más tranquilidad y seguridad al saber que contaréis con un respaldo económico si algo ocurriera.
Un seguro de vida te ofrece protección ante diferentes escenarios, como puede ser el fallecimiento o la invalidez. En caso de que fallecieras, tus seres queridos podrían utilizar la indemnización de tu seguro de vida para cubrir tus deudas pendientes, tu hipoteca o la educación de tus hijos, haciendo que tu pérdida no suponga además una carga económica para ellos. Por otro lado, si te ocurriera algo que te dejara incapacitado para trabajar, podrías utilizar la indemnización del seguro de vida para mantener tu estabilidad económica y completar la baja, sin tener que depender de otros.
Ten en cuenta que, aunque contrates tu seguro de vida antes de los 40 y en determinadas condiciones, tanto la cobertura como los beneficiarios podrán modificarse cuando lo necesites, para adaptar tu seguro de vida a los cambios de tu situación.
Ventajas fiscales
Por último, contratando un seguro de vida antes de los 40 podrás beneficiarte de algunas ventajas fiscales que dependerán del tipo de seguro de vida que contrates y de la legislación vigente.