Al contrario de lo que se puede pensar normalmente, todo el mundo puede necesitar un seguro de vida, ya que dependiendo del momento vital en el que te encuentres, puede protegerte de una manera o de otra.
Y es que si los seguros de vida parecen algo imprescindible cuando hablamos de familias con hijos, también puede ser una herramienta de protección muy útil para personas con otras circunstancias.
Los seguros de vida protegen el futuro de tus seres queridos ante una situación adversa provocada por el fallecimiento o la incapacidad absoluta y permanente del asegurado, ofreciéndoles una ayuda económica que les dará la estabilidad necesaria durante el tiempo necesario para que puedan readaptarse a la nueva situación de manera gradual.
Y esta estabilidad puede ser muy útil para evitar graves problemas en muchas ocasiones.
Personas que pueden necesitar un seguro de vida
Cualquier persona con cargas familiares o personales, o toda aquella que sea la principal fuente de ingresos de su núcleo familiar, debería tener un seguro de vida.
Veamos algunos ejemplos concretos:
Padres: Si tienes hijos, un seguro de vida los ayudará a mantenerse en el futuro si tú faltas para que puedan hacer frente a gastos relacionados con su vida, su educación o su estabilidad. Esto es una tranquilidad tanto para ti como para ellos, que van a contar con un respaldo económico en esos momentos difíciles.
Los responsables de la economía familiar: Si tienes una familia de la que eres la fuente principal de ingresos, un seguro de vida ayudará y protegerá a los tuyos para que puedan hacer frente a los gastos de los que normalmente te ocupabas tú.
Personas que tienen un préstamo o una hipoteca: Un hogar es una gran inversión y un seguro de vida puede ayudar a protegerlo. Si has contratado una hipoteca, el seguro de vida se haría cargo de pagar ese préstamo en el caso de invalidez o fallecimiento, lo que protege económicamente a la familia y a los allegados que no tendrán que asumir la deuda.
Autónomos o empresarios: Es habitual que aquellos que tienen un negocio tengan alguna deuda contraída, como por ejemplo un préstamo, material pagado a plazos o la hipoteca de un local. Pero cuando el dueño falta, las deudas recaen directamente sobre los herederos. Para aquellos que quieren asegurar la continuidad de su negocio o liberar de cargas a sus herederos, un seguro de vida es especialmente útil.
Quienes tienen personas dependientes a su cargo: Estas situaciones son especialmente delicadas y sabemos que la persona cuidadora se puede preguntar qué pasará el día que falte. Con un seguro de vida garantizas el cuidado y bienestar de esa persona, ya sean tus mayores o dependientes a tu cargo.
Quienes viven en pareja: Tanto si tu pareja depende de ti económicamente como si vivís con dos sueldos y compartís gastos, un seguro de vida ayudará a tu pareja a mantener su patrimonio familiar y su estilo de vida, cubrir gastos, o hacer frente a pagos de la hipoteca u otras deudas.
Todos aquellos que quieren garantizar su tranquilidad futura: Algunos seguros de vida, como los Seguros de Vida Completa de MetLife, ofrecen la posibilidad de contratar de manera adicional la cobertura de Incapacidad Absoluta y Permanente con la que asegurarás tu propio bienestar en caso de que padezcas una incapacidad que te impida desarrollar tu actividad profesional.
En definitiva, cualquier persona puede beneficiarse de un seguro de vida, ya que son muchas las situaciones donde éste puede ayudar a tus herederos, familia o allegados.